Ariadna Hurstel
Ariadna, una orgullosa instructora de funcional de Rawson, Chubut, Argentina, nos comparte su transformación en el mundo del entrenamiento. A sus 39 años, el reto principal para Ariadna era la planificación eficiente de sus clases. Sentía que no tenía la estructura adecuada para ofrecer a sus alumnos una experiencia óptima.
Todo cambió cuando decidió invertir en su formación. A través del programa que tomó, Ariadna no solo pudo estructurar y planificar sus clases de manera efectiva, sino que también pudo identificar y aplicar ejercicios adecuados, así como sus progresiones y regresiones. Este conocimiento no solo la enriqueció a nivel personal, sino que le permitió ahorrar tiempo y dedicarse aún más a su pasión.
Pero el viaje no estuvo exento de miedos. Como muchos emprendedores, Ariadna tuvo dudas sobre si sería capaz de embarcarse en esta nueva aventura. Sin embargo, una vez superado ese miedo, descubrió que no solo era posible, sino altamente gratificante.
Los resultados hablan por sí solos. Ariadna pasó de tener tres alumnas, con una estructura de clases poco organizada, a manejar una clientela de 30 alumnos en tan solo tres meses después del programa. Lo más destacable es que ahora es buscada activamente por nuevos clientes. Económicamente, este crecimiento la llevó de ganar $100 a una cifra mensual mucho más significativa, permitiéndole invertir en material y, próximamente, abrir su propio gimnasio.
Sin el programa, Ariadna cree que aún estaría estancada, sin poder brindar un servicio de calidad a sus alumnos. Ve la capacitación no solo como una inversión económica, sino también como una inversión en salud, ya que como instructores, brindan calidad de vida a sus clientes.
En resumen, Ariadna nos demuestra que con determinación, formación adecuada y pasión, se pueden superar obstáculos y alcanzar el éxito en cualquier profesión. Su mensaje para todos: "Anímate, es una inversión que vale la pena". Y agradece a Pablo y al programa por ser catalizadores de su crecimiento.